El jardín es una de las zonas que más apreciamos de casa y donde necesitaremos vallas metalicas para jardin. Se trata del lugar en el que reposar después de un día de trabajo o en el que podremos reunirnos con amigos.

Para que sea especial y aporte tranquilidad y descanso, es fundamental que esta área esté correctamente delimitada. En este post, te vamos a explicar las principales cuestiones y características que debes tener en cuenta a la hora de instalar una valla, en este caso de metal, en tu jardín.

El motivo: ¿por qué colocamos una valla?

Es muy importante que, en el momento de escoger una valla, sepas qué objetivo persigues con esta instalación, pues existen muchas cuestiones diferentes que afectan al tamaño o a los colores de las vallas.

Uno de los principales motivos es por seguridad. En este caso, hablamos de vallas que no solo separarían el jardín del interior de la casa, sino que también del exterior. Y, por exterior, entendemos tanto la parte que da a la calle como la que linda con las casas de los vecinos.

Si, por contra, hablamos de objetivos estéticos, muchas personas deciden vallar su jardín de manera elegante, combinando este elemento con macetas y flores. Se puede crear un pequeño camino que guíe a las personas a través del jardín y con el que evitemos que pisen el césped, por mencionar un ejemplo.

También hay personas que se decantan por las vallas metálicas como barrera de seguridad ante algún elemento peligroso. A menudo se trata de una piscina o zona en obras, de manera que queramos evitar que los más pequeños caigan dentro por accidente. Otra razón habitual suele ser cuando se tienen animales en casa.

El tipo de superficie

Al planificar las vallas de casa, es fundamental pensar en el terreno bajo la valla que se va a instalar. No es lo mismo instalar sobre tierra que sobre ladrillos u hormigón. Este aspecto nos afecta, ya que elementos como el barro o los desniveles pueden ser decisivos.

Material del vallado

En este caso hablaremos de las vallas metálicas, que se caracterizan por ser las que mejor se adaptan a las situaciones que hemos planteado previamente. Una valla de metal facilita la posibilidad de personalizar la estética del jardín y tiene cierta inclinación decorativa. La resistencia de este material es asombrosa, aunque necesita que de vez en cuando se restaure la pintura.

Precisa de un mantenimiento sencillo que, además, está amortizado por la cantidad de años que puede llegar a durar una valla de este tipo. Para instalar este tipo de vallas, se debe de contar con un equipo especializado que conozca las técnicas y que pueda solventar posibles imprevistos durante el proceso de colocación.

¿Qué valla de jardín es más adecuada para ti?

Contando con todos los aspectos que rodean a una instalación de este tipo, es importante que vayas tomando nota de las posibilidades que existen. Teniendo en cuenta tus necesidades y tu visión del vallado, podrás decantarte por los modelos de nuestra página web que mejor se ajusten a tus ideales.

Desde modelos en negro, hasta otros pintados de blanco. Podrás escoger también la forma de las verjas y la terminación de estas, siempre buscando coherencia con el estilo de casa y de las fachadas.

¿De qué presupuesto dispones?

Ajustar el presupuesto es una parte esencial del trabajo, ya que la forma de la valla y su extensión depende de ello. Tener un precio aproximado puede permitir tomar decisiones también de carácter estético, según queramos realizar la inversión.

Este trabajo no tiene porqué ser demasiado costoso, pero es obvio que, si quieres incorporar algún elemento estético en concreto o trabajos personalizados, esto tendrá un coste extra.

Por tanto, saber cuánto estás dispuesto a gastar será una ayuda para reducir las opciones disponibles y elegir entre los productos de nuestra web que estén dentro de tu rango. Como podrás comprobar, nuestros precios son razonables y el presupuesto no será un elemento limitante en esta instalación.

¿Cuánto mantenimiento estoy dispuesto a hacer?

La mayoría de personas no tiene mucha disposición a realizar tareas de mantenimiento de manera frecuente. Sin embargo, y aunque las estructuras de vallado son duraderas, estas necesitan cierto mantenimiento.

Es el caso de las vallas metálicas, con las que tenemos que revisar cada cierto tiempo que la pintura esté en punto y que esté funcionando la protección antióxido. En caso de que se haya deteriorado el metal, puede ser que sea necesario acudir a profesionales de las reparaciones.

Con todo, las vallas metalicas para jardin siguen siendo las más sencillas de mantener de todos los materiales disponibles. También son las más duraderas, por lo que son un producto que recomendamos a nuestros clientes. En nuestra web encontrarás los diseños que mejor encajen con tu jardín, incluidas vallas fabricadas en otros materiales. Tenemos vallas de hormigón y de hierro, así como otras opciones para cercar tu jardín.